Esta ruta comienza junto a la fuente de la localidad hurdana de El Gasco, uno de los núcleos de Las Hurdes que mejor conserva sus típicos edificios construidos a base de mampostería, piedra y sobre todo pizarra, que son de color negro cuando se utilizan como cubiertas.

Atravesando El Gasco bajaremos por un original camino que nos llevará hasta el margen derecho del río que rodea a esta alquería; sin perderla de vista, tomaremos un sendero que nos eleva poco a poco entre pizarrales a nuestra derecha y pequeños huertos entre cerezos ribereños a nuestra izquierda.

La corta distancia de este recorrido no impide la contemplación de bellas panorámicas tanto hacia delante de nosotros, la impresionante garganta que asciende hasta el Salto de la Meancera, o bien hacia atrás donde se abre majestuoso el valle del río Malvellido.
EL GASCO DESDE LA RUTA
Madroños, higueras e incluso nogales crecen entre las grandes piedras excavadas por el agua, hasta que llegamos superando pequeños obstáculos a izquierda y derecha de la garganta al espectacular salto de agua de la Meancera, que en épocas de lluvia produce una increíble visión sin desmerecer el resto del año.

El verano invita al baño en la gran poza donde caen, desde casi 100 metros, las aguas cristalinas que vienen recorriendo las elevadas serranías de estas tierras hurdanas y el resto del año la arboleda junto a la garganta es un buen motivo para descansar después de la subida hasta este bello rincón de la naturaleza de Las Hurdes.

Es común en este recorrido ver el vuelo de buitres leonados, cuervos y milanos en esta garganta que sube hasta el Salto.